SOCIOLOGÍA ANALÍTICA DE LOS
REPEPEROS
Xavi Castillo, humorista valenciano, suele interrumpir
sus monólogos, normalmente abarrotados de público, haciéndose una pregunta muy
sencilla : “Aquí alguien del PP tiene que haber, porque si no...¡no me salen las
cuentas!”...
A mí, “tampoco me salen las cuentas”. Y por tanto, en esta
entrega de la guía útil para salir a la calle sin que nos caiga la cara de
vergüenza quiero hablar de uno de los fenómenos más extraños, del ya de por sí,
extraño comportamiento humano. Es un fenómeno que no por extraño deja de ser de
lo más habitual y nos puede aportar mucha luz para entender cómo hemos podido
llegar al panorama político actual.
Los últimos estudios sociológicos que
se han realizado a tal efecto demuestran que uno de los motivos que explica este
misterio es la existencia de los “re-peperos” (del PP, Pero Pobre). Son una
tipología de personas que desafían todas las leyes del entendimiento y de la
lógica humana. Son personas de clase media-baja, trabajadores, asalariados de
toda la vida y con sueldos de mierda que votan insistentemente al PP.
No
hay que confundir a los “peperos” (gente que vota al PP para defender sus
propios intereses) con los “re-peperos” (que también votan al PP y nadie
entiende por qué). Es un grupo muy mimetizado dentro de la sociedad y a simple
vista pasan desapercibidos. Pero con un poco de atención son fácilmente
identificables.
Lo primero que necesitamos para localizarlos es un
pequeño cuestionario como el siguiente:
■Ante cualquier pregunta sobre la
actualidad política ellos dirán que “no entienden de política” que son
“apolíticos”. Pero curiosamente, votarán al PP (lo que confirma su premisa de
que, efectivamente, no entienden de política).
■Si les preguntas qué
opinan sobre los casos de corrupción de los políticos, ellos responderán que
“todos los políticos son iguales”. Por el contrario, la respuesta será muy
diferente si el político corrupto es del PSOE.
■Si les preguntamos sobre
el paro y la situación laboral del país no tardarán mucho en sacar el recurrente
tema de los inmigrantes. Y es que, curiosamente, ellos se sienten unos “pobres
desgraciados” (como los son la mayoría, en el mejor sentido de la palabra) y
tienen una enfermiza animadversión hacia todos aquellos que lo pasan aún peor y
se encuentran en una situación bastante más desfavorecida. Este curioso aspecto,
lo trataremos más adelante.
■Si después de estas preguntas, notáis una
cierta incomodidad, es normal. Tened en cuenta que esta gente son de la teoría
de que en esta vida más vale “no significarse” . Claro que gracias, a esta útil
guía se les ha acabado el tiempo del anonimato.
Una vez identificado a sujeto “re-pepero” es
importante entender a qué se debe este extraño comportamiento y qué causas son
las que lo provocan.
La catarsis del lameculos: Fenómeno psicológico por
el cual, personas de la clase media-baja con recursos económicos limitados,
acaban pensando que si están con los que tienen el poder y el dinero “algo
acabará pegándose”. Y a pesar de que jamás ven el más mínimo resultado a lo
largo de toda su vida, les da igual y continúan apoyando a los ricos y a los
poderosos.
La catarsis del desgraciado: Este desviamiento psíquico está
inversamente relacionado con el anterior y por el mismo proceso mental por el
que piensan que la riqueza se puede pegar, también creen que la pobreza se puede
contagiar. Es por este motivo que estos sujetos desarrollan una enfermiza
animadversión hacia aquellas personas que todavía son más pobres que ellos, como
marginados, inmigrantes, etc...
De la convivencia de estas dos catarsis en la
psique de estos sujetos se derivan actitudes como las de despreciar la enseñanza
pública y querer llevar a sus hijos a colegios privados o concertados, hablar a
sus hijos en castellano, a pesar de que los padres sean valenciano parlantes,
arremeter con rabia contra políticos de izquierda que tienen una posición
económica superior a la de ellos.
También padecen el Síndrome de
Estocolmo, ya que se encuentran mejor si apoyan a aquellos, que tan pronto como
puedan, y gracias a sus votos, recortarán sus derechos, endurecerán sus
condiciones laborales, y les joderán todo lo que puedan. Ellos felices y
contentos. También hay algunos psicólogos que ven influencias de prácticas
masoquistas que más allá del sexo disfrutan infligiéndose dolores sociales y
económicos.
Con todo esto, ya sois capaces de localizar a los re-peperos
y reconocerlos.
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